MORMONES : IGLESIA DE JESUCRISTO DE LOS SANTOS DE LOS ÚLTIMOS DÍAS

La Historia del Mormonismo


Pioneros Mormones
La historia de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (La Iglesia Mormona) es interesante por tanto que ha sucedido en los últimos dos siglos. Lo siguiente es una manera sencilla de presentar los acontecimientos básicos de la historia de La Iglesia Mormona.
La Primera Visión
Este fue el principio de la Iglesia de Jesucristo en esta dispensación. Los mormones creen que la Iglesia de Jesucristo junto con el sacerdocio habían sido quitados de la tierra. Esto sucedió depues de la muerte de Jesucristo, Su resurrección, y ascensión al cielo, y después de la muerte de los apóstoles. Al período cuando el poder del sacerdocio y la verdad del Evangelio estaban ausentes en la tierra se le conoce como la Gran Apostasía. En 1820, José Smith, Hijo, que luego llegó a ser el primer presidente y profeta Mormon, se preocupó por saber acerca de la religión y oró a Dios para saber que hacer.
José Smith vió al Padre Celestial y a su hijo Jesucristo, y le fue dicho que no se uniera a ninguna de las varias sectas del día. Este acontecimiento de gran importancia inició una serie de instrucciónes divinas y marcó el principio de la restauración de la Iglesia de Jesucristo, que hoy es conocida como La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (La Iglesia Mormona).
Establecer las Bases de la Iglesia
Desde el tiempo de la Primera Visión en 1820 y hasta 1830, José Smith recibió numerosas revelaciones que le mostraron cómo establecer la Iglesia de Cristo correctamente. José Smith recibió y tradujo El Libro de Mormón; aprendió como realizar bautismos de la manera adecuada, fue guiado para restaurar el sacerdocio por la autoridad y el poder divinos, y organizó oficialmente La Iglesia Mormona. Después, los primeros misioneros mormones fueron mandados a predicar el Evangelio de Jesucristo.
El reino en Kirtland, Ohio
En 1831, José Smith llegó a Kirtland, Ohio, este lugar era la sede oficial de la Iglesia. Los santos empezaron la construcción del templo de Kirtland, el primer templo en esta dispensación. José Smith tradujo la Biblia, y publicó más de setenta revelaciones acerca de la Iglesia verdadera de Cristo.
Sión en Missouri
Durante el tiempo en que muchos santos estuvieron en Ohio, unos pocos fueron ordenados por el Señor para ir al Condado de Jackson, Missouri, que fue el lugar revelado como la Nueva Jerusalén o Sión, y establecer un poblado. Empezando en 1833 los santos fueron perseguidos por sus vecinos. El populacho los echó fuera de sus hogares y negocios. El Profeta José Smith y otros líderes de la Iglesia fueron puestos en la cárcel, y hubieron numerosas confrontaciones entre los santos y sus vecinos.
Nauvoo
En 1839, los santos escaparon del populacho de Missouri y viajaron a Illinois. Ellos trabajaron fuertemente para desaguar la tierra pantanosa y construir una ciudad. Después de cuatro años la ciudad de Nauvoo rivalizaba a Illinois, la ciudad más grande de Chicago. José Smith recibió revelaciones sobre la obra del templo, tal como la investidura del templo, y los santos empezaron el trabajo en el templo. José Smith recibió también revelaciones que ahora se encuentran en la Perla de Gran Precio, que es un libro de escritura Mormona. El 27 de Junio de 1844 la Sociedad de Socorro fue formada. Mientras los santos estuvieron en Nauvoo, José y su hermano Hyrum fueron muertos por el populacho.
El cruce de las Planicies
Después de la muerte del profeta José Smith, los santos otra vez fueron perseguidos, y los líderes empezaron a hablar de moverse al oeste. En Febrero de 1846 muchos de los santos fueron forzados fuera de sus hogares y empezaron el viaje a Utah. Mientras en Iowa, el gobierno de los Estados Unidos solicitó que la Iglesia proporcionara a quinientos hombres para la Guerra contra México. Durante dos décadas, casi sesenta y dos mil santos cruzaron las planicies para llegar a Utah.
Estableciendo Utah
En el verano de 1847, el primer grupo de santos llegaron al valle de Salt Lake (El Lago Salado.) El grupo tuvo casi dos mil personas. Se plantó una cosecha tardía y los poblados se fueron estableciendo inmediatamente. El primer año fue difícil, pero para el año 1849, muchos pequeños poblados fueron establecidos y la Ciudad de Salt Lake crecía. Brigham Young le pidió a los miembros que colonizaran partes diferentes del Oeste, incluyendo a Utah, Idaho, Arizona, Wyoming, Nevada y California.
Pruebas y Tribulaciones
Después que murió Brigham Young, la persecución otra vez plagó a los santos. Mucha de la persecución fue enfocada en la práctica de la poligamia de la Iglesia y rumores falsos de que los santos planeaban una insurrección. Muchos misioneros de la Iglesia fueron perseguidos mientras ellos predicaban en otras partes de los Estados Unidos. Este tiempo también fue un tiempo de crecimiento en la obra del templo. En 1890, la poligamia fue abolida oficialmente como una práctica de la Iglesia.
La Iglesia Creciente
Este período cubre de los años 1901 a 1970, y abarca el tiempo de cuatro presidentes de la Iglesia; Joseph F. Smith, Heber J. Grant, George Albert Smith, y David O. McKay. Nueve templos fueron construidos, y la membresía creció a 300.000 miembros y cincuenta estacas en 1901 a 2.800.000 miembros y quinientas estacas en 1970.
La Iglesia Mundial
Esta parte de la historia de la Iglesia cubre de 1971 a 1985. La Iglesia vió un crecimiento asombroso fuera de los Estados Unidos. Las primeras estacas fueron establecidas en Asia y África. Más misioneros fueron mandados a predicar y Centros de Capacitación Misionales fueron establecidos en Brasil, Chile, México, Nueva Zelanda, y en Japón. El sacerdocio fue extendido a todo varón digno de la Iglesia en 1978.
La Iglesia Hoy en Día
A la Iglesia ahora se le permite predicar y construir templos en muchos países que habían estado cerrados previamente, tal como la República Demócrata Alemana, Rusia, Albania, Rumania, Estonia, Hungría, Ucrania, Letonia y muchos otros. Los miembros que viven fuera de los Estados Unidos finalmente sobrepasan al número de miembros que viven dentro de los Estados Unidos. Los templos se construyen en todo lugar posible para hacer disponibles las ordenanzas a todos los miembros; y la membresía de la Iglesia continúa creciendo.




Para los no familiarizados con la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, cuyos miembros son habitualmente conocidos como “mormones”, puede resultar bastante extraño el origen de uno de sus libros sagrados, El Libro de Mormón, tomado como cierto por catorce millones de integrantes de la Iglesia SUD. Aunque la implantación de esta religión en el resto del mundo es minoritaria, en Estados Unidos es la cuarta religión más profesada. Hay que decir que el término “mormón”, aunque para ellos no es despectivo, no es usado en su comunidad: ellos prefieren ser denominados Santos de los Últimos Días.
La Iglesia SUD fue fundada por Joseph Smith hijo, aunque tras su muerte aparecieron varias ramas que diferían en parte de la postura de los continuistas de Smith. El Libro de Mormón fue la transcripción al inglés de unas planchas con revelaciones que le fueron entregadas por intervención divina a Smith. Dichas planchas habían sido enterradas en el siglo V de nuestra era por Moroni, que además fue uno de los autores de las mismas, completando así el trabajo de Mormón, su padre. Fue el propio Moroni el que, ya convertido en ser celestial, y actuando por mandato de Dios, entregó las planchas a Joseph Smith instándole a traducirlas y difundir el mensaje contenido en ellas. Estaban escritas, según consta para la Iglesia SUD (así está específicamente mencionado en el Libro de Mormón), en egipcio reformado. No obstante, es esta la única mención en todo el mundo a dicho idioma, que aparentemente utilizaron judíos emigrados a América. Sólo existen dos muestras de la escritura utilizada, siendo una de ellas una falsificación más que evidente.




 
El Libro de Mormón, escrito a semejanza de la Biblia, relata la historia de dos civilizaciones americanas, la primera procedente de Asia y llegada a América tras el incidente de la Torre de Babel y la confusión de las lenguas, mencionado en los textos bíblicos. La segunda sería una comunidad judía que viajó desde Jerusalén hasta el continente americano en el año 600 a. C. aproximadamente. Pero sin duda el pasaje más importante del libro es la llegada de Jesucristo a América poco después de su resurrección para hacer llegar su Palabra a los indígenas de ese continente.
Teniendo en cuenta la visión cosmogónica de la Iglesia SUD esto tendría una explicación muy clara. Para los mormones, Dios era un hombre en otro planeta (es decir, un extraterrestre, no un alienígena) al que, debido a su fiel seguimiento de las leyes dictadas por los dioses, le fue concedida la gracia de ser asimismo dios. En el Cielo convive con su esposa, también de carácter divino, y al ser personas de carne y hueso (aunque dioses a su vez) pueden procrear. El primero de su prole fue, efectivamente, Jesucristo. Lucifer fue el segundo hijo, y tras él siguieron teniendo descendencia, allí en el Cielo, siendo cada uno de sus hijos las personas que han nacido en este planeta desde el inicio de los tiempos. Así, cada hombre o mujer ha nacido en el Cielo y después en la Tierra. La palabra de Jesucristo, sus evangelios (en este caso la doctrina aparecida en El Libro de Mormón), acercan las leyes divinas a la Humanidad para facilitarles, mediante su seguimiento estricto, el acceso al Cielo (su verdadera cuna) tras su muerte. Una visión, como vemos, muy distinta a la de la mayor parte (por no decir todas) de las confesiones cristianas.
El advenimiento de Jesucristo en América supuso, pues, un desagravio para un continente que no estaba, por razones geográficas, en disposición de recibir las enseñanzas de los discípulos judíos de Jesucristo, y aún hoy hay quien identifica en leyendas sioux, aztecas o araucanas la presencia del Jesucristo histórico.
Como dato curioso hay que mencionar que, según la Iglesia SUD, a Dios, necesitado de un plan para la salvación de la Humanidad, se le presentaron dos planes distintos para ello, el primero de Jesucristo y el segundo de Lucifer. Al ser elegido el plan de Cristo, Lucifer rebeló a un tercio de los espíritus celestiales, pero Dios los convirtió en demonios al poseer un poder muy superior al de su hijo. Otro tercio de los espíritus había apoyado durante la rebelión la postura de Jesucristo, así que fueron bendecidos por Dios y nacieron en la Tierra como personas de raza blanca. El tercio restante, que no había tomado parte por bando alguno en la guerra, nacerían en personas de tez oscura. Hay que decir que, no obstante esta heterodoxa explicación al nacimiento de las razas, hoy en día ya existen miembros de alto nivel en la Iglesia SUD de raza negra o de origen hispano.


 
 
 
 
 
 

Doctrina y Convenios


Doctrina y Convenios es un libro de escritura que contiene revelaciones que el Señor dio al Profeta José Smith y a algunos otros profetas en los últimos días. Es una escritura única porque no es una traducción de documentos antiguos.
Doctrina y Convenios es uno de los cuatro libros de escritura usados en La Iglesia de Jesucristo de los Santos de Los Últimos Días (o Iglesia Mormona). Doctrina y Convenios testifica de la veracidad del Libro de Mormón, y ambos testifican del Señor.
Doctrina y Convenios y el Libro de Mormón son inseparables, son testigos poderosos de la divinidad de Jesucristo y Su obra en estos últimos días. Estos dos volúmenes de escritura, al menos en parte, llevan a cabo la promesa del Señor a Enoc: “Y justicia enviaré desde los cielos; y la verdad haré brotar de la tierra para testificar de mi Unigénito, de su resurrección de entre los muertos, sí, y también de la resurrección de todos los hombres; y haré que la justicia y la verdad inunden la tierra como con un diluvio, a fin de recoger a mis escogidos de las cuatro partes de la tierra a un lugar que yo prepararé, una Ciudad Santa, a fin de que mi pueblo ciña sus lomos y espere el tiempo de mi venida; porque allí estará mi tabernáculo, y se llamará Sión, una Nueva Jerusalén.” Moisés 7:62
En Doctrina y Convenios aprendemos doctrinas concernientes a la naturaleza eterna de las familias, el grado de gloria que le espera a los hombres y mujeres después de esta vida, y la organización de la Iglesia de Jesucristo en la tierra hoy en día, y el trabajo que se realiza en el templo. También contiene los convenios que Dios hace con aquellos que están dispuestos a cumplir con Sus mandamientos. Este libro contiene muchas verdades eternas que aquí sólo estamos resumiendo.
Concerniente a este libro el Señor dijo: “Escudriñad estos mandamientos porque son verdaderos y fidedignos, y las profecías y promesas que contienen se cumplirán todas. Lo que yo, el Señor, he dicho, yo lo he dicho, y no me disculpo; y aunque pasaren los cielos y la tierra, mi palabra no pasará, sino que toda será cumplida, sea por mi propia voz, o por la voz de mis siervos, es lo mismo.” D&C 1:37-38.
El Profeta José Smith dijo que el libro de Doctrina y Convenios es “el fundamento de la Iglesia en estos últimos días, así como un beneficio para el mundo, que manifiesta que de nuevo se han confiado al hombres las llaves de los misterios del reino de nuestro Salvador” (leer el encabezamiento de la sección de D&C 70).
El Libro de Mormón y Doctrina y Convenios testifican uno del otro. No podemos creer en uno y no creer en el otro. Doctrina y Convenios es un enlace entre el Libro de Mormón y el trabajo continuo de la Restauración del Evangelio a través del Profeta José Smith y sus sucesores.
“Y le dio poder de lo alto para traducir el Libro de Mormón por los medios preparados de antemano, el cual contiene la historia de un pueblo caído, y la plenitud del evangelio de Jesucristo a los gentiles y también a los judíos. El cual se dio por inspiración, y se confirma a otros por la ministración de ángeles, y por ellos se declara al mundo; probando al mundo que las Santas Escrituras son verdaderas, y que Dios inspira a los hombres y los llama a su santa obra en esta edad y generación así como en las antiguas; demostrando por este medio que él es el mismo Dios ayer, hoy y para siempre. Teniendo, pues, tan grandes testigos, por ellos será juzgado el mundo, sí, cuantos desde ahora en adelante lleguen a tener conocimiento de esta obra. Y los que la reciban con fe, y obren con rectitud, recibirán una corona de vida eterna” (D&C 20:8-14).
 
 

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